Como padre o cuidador, puede ser fácil preocuparse cuando tu bebé está enfermo. Siempre recomendamos que consultes con tu pediatra cuando alguna enfermedad llegue a tu pequeño, pero es importante saber que hay muchas enfermedades comunes que afectan a los bebés – y muchas de ellas pueden ser tratadas con medicamentos de venta libre o con prescripción y/o una dosis saludable de amoroso y cariñoso cuidado.
Aquí hay una lista de algunas de las enfermedades más comunes que pueden aparecer durante el primer año de vida.
Problemas respiratorios
Las enfermedades respiratorias aparecen con frecuencia durante el primer año de vida. De hecho, un tercio de las hospitalizaciones que suceden en el primer año se deben a problemas en el sistema respiratorio como los resfriados, la tos, la gripa, crup (laringotraqueobronquitis), El VSR (o virus sincitial respiratorio) y la bronquiolitis. Estas condiciones son más frecuentes durante la temporada de gripe y resfriados, pero pueden surgir durante cualquier momento del año.
Laringotraqueobronquitis – una infección viral que causa la inflamación de las vías respiratorias, dificultando la respiración. La laringotraqueobronquitis aparece como una tos o un resfriado común, pero con señales de una tos seca.
VSR– suele confundirse con la gripa debido a que sus síntomas son comunes. El VSR es un virus que afecta los pulmones y las vías respiratorias. Los bebés que tienen VSR a veces tienen una respiración sibilante.
Bronquiolitis– a muchos niños les da bronquiolitis (una infección viral que afecta los pulmones) antes de que cumplan dos años. Las señales de la bronquiolitis incluyen fosas nasales ensanchadas y respiración rápida, poco profunda y sibilante.
Infecciones de oído
Todo padre y cuidador debe estar preparado para los dolores de oído y las infecciones de oído durante el primer año. Al principio, las infecciones de oído pueden ser difíciles de identificar puesto que en realidad no puedes ver la infección, pero con frecuencia, esta estará acompañada de fiebre y vendrá después de un resfriado. Las infecciones de oído pueden ser bastante dolorosas, así que puede que tu bebé llore, se hale o frote el oído o muestre otras señales de malestar. El dolor de oído es un síntoma principal de una infección de oído, pero también puede ser causado por la presión de un resfriado o una infección de los senos paranasales o los pequeños oídos pueden doler a causa del dolor que se dispara de la mandíbula durante la dentición. Si tu pediatra determina que es una infección, normalmente le recetará un antibiótico.
Diarrea y vómito
La diarrea y el vómito son comunes en los bebés, pero igual nunca es fácil verlos sufrir de esto. Una cosa es segura: Cuando tu bebé tiene diarrea lo sabrás de inmediato. A diferencia de las ocasionales deposiciones sueltas, la diarrea es más aguada, más frecuente y de olor más fuerte que el del pañal sucio de todos los días. Lo mismo ocurre con el vómito. Es cierto que los bebés regurgitan con frecuencia, pero es notablemente diferente cuando vomita. El regurgitar no suele molestar a los bebés, pero vomitar lo afectará mucho. La diarrea y el vómito puede ser causados por infecciones bacteriales o virales, intoxicación alimentaria o alergias y sensibilidad a los alimentos. Revisa siempre con tu pediatra si tu bebé tiene diarrea o vómito, pero también debes estar pendiente de signos de deshidratación que pueden ocurrir por la diarrea y el vómito:
- Orina amarilla oscura
- Ojos hundidos
- Letargo
- Boca seca
Pañalitis
Una de las condiciones más comunes en la infancia temprana es la pañalitis. Afortunadamente, no es una condición grave y normalmente, es fácil de tratar. Cuando de pañalitis se trata, hay tres culpables comunes: Infecciones, irritaciones o alergias. Las infecciones pueden suceder en el área del pañal si tu bebé permanece con el pañal mojado por mucho tiempo. Hay una sustancia en los pañales que está diseñada para detener las filtraciones, pero desafortunadamente, también puede atrapar la humedad permitiendo que las bacterias y los hongos crezcan. La piel de tu bebé también se puede irritar debido a que el pañal se frota contra su piel, generando un salpullido. Por último, las alergias a los alimentos pueden causar reacciones que resultan en irritaciones o sarpullidos en el área del pañal.
Tener a tu pediatra en el marcado rápido de tu teléfono, durante el primer año de vida de tu niño, es totalmente comprensible. Siempre es inteligente el consultar al doctor cuando tu bebé está sintiendo dolor o incomodidad, pero ser consciente y estar preparado, son los primeros pasos frente a la buena salud y bebés felices.